¿Quién no ha sufrido dolor en las piernas alguna vez? Sobre todo en la parte baja, en los gemelos. Un dolor muy incómodo que molesta y no te deja hacer tu día a día, e incluso provoca calambres o un dolor intenso, insoportable, con la sensación de tener los gemelos agarrotados. Este tipo de dolor o sobrecarga es muy típico. Aunque normalmente lo padecen las personas más activas o deportistas, las sedentarias tampoco se escapan.  

¿Qué provoca los calambres en los gemelos?

 
  • Los sobresfuerzos o sobreentrenamiento. Cualquier actividad por encima de nuestras capacidades puede provocar este tipo de sobrecarga. Es importante dosificar la actividad física, ir paso a paso y, siempre que se pueda, hacer una buena planificación para conseguir que el cuerpo se vaya adaptando al progreso y a las actividades.
  • Deshidratación. No podemos olvidarnos de beber agua.
  • Mala alimentación. Las sobrecargas o calambres pueden estar causados por una carencia específica de minerales como el magnesio, el potasio o el calcio, que deben estar incluidos en la dieta.
  • Falta de descanso. Es muy necesario para la musculatura y para el organismo.
  • Problemas de circulación sanguínea. Los músculos necesitan que les llegue oxígeno, nutrientes, minerales… Si la circulación no es buena, los músculos no recibirán un buen suministro y puede aparecer este problema.
  • Estrés. Tiene un gran impacto en el organismo y provoca una tensión muscular que puede dar lugar a esta sintomatología.
 

¿Cómo podemos evitar los calambres en los gemelos?

 
  • Seguir una dieta equilibrada que incluya todos los minerales que hemos comentado anteriormente. Es importante consumir fruta, verdura, frutos secos…
  • Hidratación. La ingesta de agua debe cumplir con las cantidades recomendadas, de forma constante y regular durante el día.
  • Descansar. Es importante dejar tiempo para la recuperación.
  • Hacer ejercicio físico de forma regular y controlada. Hay que moverse, pero con una intensidad inferior a la habitual. Es conveniente realizar una actividad suave, accesible y gratificante, como un reposo activo.
  • Realizar estiramientos. Dan muy buenos resultados. Cuando se produce un calambre muscular, lo que hay que hacer para eliminarlo es estirar esa musculatura. Mantener una rutina de estiramientos, especialmente en esa zona, nos ayudará a reducir la sintomatología.
  • Técnicas para mejorar la circulación sanguínea, como baños de contraste (agua fría-agua caliente) o masajes que nos ayuden a drenar la zona, eliminar toxinas y hacer llegar más sangre con nutrientes y minerales que ayuden a recuperar ese músculo.
  Siempre que sea posible, recurriremos a profesionales especializados como nutricionistas y fisioterapeutas para que nos asesoren de manera específica e individualizada. Además, este problema también puede estar asociado a otras patologías como, por ejemplo, la diabetes. Si con todas estas estrategias la sintomatología no disminuye, es importante acudir a un médico o profesional de la salud que nos pueda ayudar.